Lejos de casa

Extraño mi cama, mi rutina y a mis compañeras. El silencio y la tranquilidad de correr de un lado a otro ante las urgencias laborales o escolares.

Trasladé mi residencia adonde me necesitan. Será sólo por un periodo. 

Aunque estoy lejos de casa y el espacio me es ajeno, me arropa la calidez de la familia y el amor de los que se acompañan y unen sus fuerzas por el bien de un miembro del grupo. Por el amor.

Sé que pronto la mayor de mi jauría estará bien: sana, tranquila, sonriente y sin dolor. Mientras llega ese momento, yo la abrazo, la arropo, la alimento, le canto, la cuido, la baño y, como siempre, la amo.

Sé que pronto regresarás a casa. 
Sé que pronto regresaré a casa. 
Ahora estoy contigo y tú siempre serás hogar.

© L.W.O.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El misterio del misterio

Aflicción invernal

Confesiones de cuarentena