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Mostrando entradas de enero, 2020

Cosas de un Zorro Rojo

Se me enreda el cabello de la nuca cuando le doy muchas vueltas a un pensamiento o idea. Me gusta cómo entra la luz matutina por la ventana de mi guarida. Siento felicidad al verla. Todos los días abro los ojos a las 6:20 am. Eso no significa que me levante a esa hora. Por lo menos una vez a la semana, recibo la visita de un colibrí. Para mí, es una señal de que todo está y estará bien. A veces, de la nada, mi corazón se llena de calor y siento como si estuviera enamorada. Seguramente lo estoy, aunque aún no sepa de qué o de quién. Soy un Zorro Rojo que disfruta la tranquilidad y observar el horizonte, pero hay poco de eso en mi vida. Soy un zorro feliz. © L.W.O.

Aflicción invernal

Abro los ojos y aún es invierno. No quiero abandonar mi refugio de mantas y cobijas. Extraño el calor de la primavera y las noches en compañía de los grillos. El invierno cambia mi humor y a veces no me reconozco. No sé cómo lidian los demás animales con esta época. A mí se me acongoja el corazón y la amenaza de una tormenta en mis ojos está latente en todo momento. Nos hemos abandonado tanto que nos desconocemos. Hemos traicionado nuestra naturaleza a tal grado que buscamos confort en lo más absurdo. Seguimos corriendo, persiguiendo lo inalcanzable, produciendo. Vamos afuera cuando deberíamos buscar adentro. Trato de hallar los momentos y los espacios para reencontrarme, escucharme y saber qué necesito. Regalarme silencios cálidos, de contemplación, de tranquilidad. No puedo hibernar, pero a ratos imagino que lo hago. Soy un animal silvestre y solitario, que se refugia del frío. Que sólo quiere escuchar cómo late su corazón, durante la espera de la próxima primavera. ...